–Perdón, pero este año participaré en otro club. –Dio una reverencia bastante inclinada demostrando así que realmente lo sentía.
Yo me quedé mirándolo sorprendido, levemente aliviado pero a la vez decepcionado. Algo... raro. Demasiado raro.
–Ah... –La decepción se notaba en el tono de voz ocupado por el profesor–. Bueno... pero si tienes tiempo... pasa a nuestro club de vez en cuando, y si te quieres reintegrar... tú sabes que siempre habrá un cupo para ti.
El menor asintió sin muchas ganas y se retiró con una reverencia corta, entonces el profesor con un gesto me dijo que lo acompañara a su sala; yo asentí, y rápidamente lo seguí. El menor se dio cuenta de mi presencia al segundo apurando, así ,el paso. Lo imité y apuré el paso con su misma velocidad y vi como giraba por una esquina. Giré igualmente en la misma esquina, sin emabargo no lo encontré. Miré a mi alrededor buscando la figura del menor pero entonces sentí como alguien tocaba mi hombro y al girarme me encontré con la mirada del chico que había rechazado la entrada al club de fútbol.
–¿Por qué me sigues?
–Porque me dijeron que debía hacerlo. –Respondí sin más, algo asustado por su repentina aparición.
Quizás lo dije mal... ya que no era seguir sino... llevarlo a su sala como buen hyung, pero bueno...
El menor suspiró y comenzó a caminar hacia algún lado, yo simplemente lo seguí a su lado mirando a nuestro alrededor. Luego giré mi visita nuevamente a él, a su rostro serio; no me había dado cuenta de su piel... era tan blanca, parecía que si tuviera sólo un poco de contacto con alguien podría quebrarse; su cabello castaño resaltaba muy bien, y sus labios resaltaban igualmente... daban ganas de debía admitir que a la vez me daban muchas ganas de morderlo a pesar del anterior pensamiento... Entonces me sonrojé de sobremanera ante mis propios pensamientos. Desvié mi mirada al piso totalmente rojo, esperando que él no se diera cuenta. Y en cierto momento, frenamos, digo... él me frenó colocando su brazo frente a mí para que no siguiera caminando.
–Ven. –Dicho esto, tomó mi mano y caminamos rápido de vuelta de donde veníamos.
Entramos a una de las salas y él me abrazó por detrás, ambos mirando hacia unas cortinas, tapando mi boca para que no lo cuestionara. Me quedé rígido ante el repentino contacto íntimo, para mi gusto. Sólo podía sentir mi corazón acelerarse lentamente y sonrojarme, además de mi respiración chocar con sus cálidas manos. Intenté mirarlo desde aquel ángulo, aunque claro que costaba mucho así, sin embargo lo logré; él miraba serio a la puerta como esperando que nadie entrara. Pasaron unos minutos y me soltó. Yo estaba colorado, estar tan cerca de él me había puesto más que nervioso, y recién en aquel momento era consciente de mi falta de aliento y los fuertes latidos de mi corazón que casi retumbaban en mis oídos debido al silencio de la habitación. Me observó con esa intena mirada propia de él, un momento antes de disponerse a abrir la puerta.
–Estás rojo.
Ah, no me digas.
No pude contestarle en seguida, al contrario me puse aún más rojo. ¿Qué le podría decir? ¿Que por su cercanía me puse nervioso y me sonrojé? Claro que no... lo malinterpretaría, ¿o no...? Sonaba mal igual... ¿o no?
–No te preocupes, puedo ir solo a mi sala. –Y tras decir ello, no dudó en tomar distancia para dirigirse rápidamente a la puerta y abrir la misma.
Yo no tuve el valor de seguirle, no después haberme visto rojo. Probablemente haya pensado que me gusta... si pensaba eso debía aclarárselo de inmediato porque eso no era lo que sentía, ¿cierto? O sea, era guapo y todo eso... quizás podría atraerme... ¡Pero no me gustaba...! Huh...
Me disponía a salir cuando vi algo soltando un brillo en el suelo, era como una pulsera, se veía que era cara y me asuste por el hecho de que a alguien se le haya caído... Esperen... Eso no estaba cuando Sehun y yo entramos. Entonces, probablemente, le pertenecía a... Sehun. Lo guardé en uno de los bolsillos dentro de mi chaqueta. Pensaba devolverse lo, pero no ahora, no mientras no me sienta seguro... Salí de la sala viendo a ambos lados, Sehun se había marchado.
–¡Así que aquí estas! –Exclamó sorprendiéndome un sonriente Yixing seguido de Chanyeol y un amigo algo tímido.
–Perdón, estaba acompañado a alguien ya que el profesor me lo pidió. –Quise explicar de alguna manera a Yixing que no hacía más que codearme.
Aunque ahora que lo pensaba no sonaba bien ya que acababa de salir de una habitación y no estaba actualmente con nadie, pero Yixing parecía no haberse dado cuenta de ese hecho.
–Uy. ¿Quién pudo haber sido? –Me continuó junto con aquella sonrisa que me daba algo de gracia–. Por cierto, te estábamos buscando para invitarte a salir mañana por la mañana, ya que las clases serán en la tarde como horario normal.
–Hm... No creo poder Lay, mañana me presento a audicionar para la SM, pero muchas gracias, en serio. –Tuve que rechazar la invitación lamentablemente pero le dediqué una sonrisa agradecido de la misma.
Me alegraba el saber que estaba teniendo amigos. Chanyeol se sorprendió al igual que su amigo de al lado tras la mención de mi audición.
–¿Irás a audicionar mañana?
Asentí con una expresión confundida ante la pregunta. ¿Acaso alguno...?
–¡Yo también! –Exclamó con una enorme sonrisa, se le notaba feliz–. Al igual que D.O. –Y dicho esto indicó al chico a su lado con la barbilla.
–Hola... -Saludó aquel chico pelinegro de forma tímida, casi escondiéndose detrás del más alto entre todos pero aun así estando frente a mí.
–Hola, mi nombre es Luhan. Un gusto D.O. –Le dediqué una amable sonrisa, algo suave a ver si de esa manera le ayudaba a sentirse más a gusto.
¿Era muy tímido o yo me veía demasiado malvado...?
–¿Entonces por qué me dijeron que saliéramos en la mañana?
–Pues pensábamos que podríamos después de audicionar. –Contestó, alzando los hombros, Lay.
Wait, ¿Lay también..? Bueno, bueno, para qué me sorprendo. Algo que he aprendido durante el día es que Yixing se olvida de mencionar algunas cosas y, lo peor, cree que las ha dicho.
–Pero... podríamos salir hoy, ya vamos a salir, ¿lo olvidan? –Habló con algo de más confianza el chico tímido de D.O.
Todos asentimos aprobando la grandiosa idea del chico y nos dirigimos a nuestras salas al toque del timbre. Fuimos con Lay a nuestras respectiva sala para tomar nuestras cosas y luego de una última clase salir a algún lado.
–¿Dónde iremos? –Pregunté contento, totalmente emocionado por la salida.
–Hm... pensaba en el karaoke, ¿qué te parece?
–¡Me parece muy bien! -Alcé uno de mis pulgares mostando total aprobación a la idea, bajando el mismo y cambiando mi expresión a una curiosa en cuanto una duda me surgió–. Por cierto.. ¿De qué sala es D.O.? ¿Y ese es su nombre?
–2-B. Y no, se llama Do KyungSoo, solo que me decimos D.O., es su apodo en los juegos.
–Oh... Es muy tímido, o eso aparenta.
–Pues... lo es con gente que no conoce. -Comentó con una amplia sonrisa, como conteniendo una risita–. Es un chico muy tierno, ¿cierto?
Asentí como respuesta y después de hablar mucho sobre la vida y comentarios chistosos por parte de Lay, tocaron el timbre de salida y nos encaminamos a nuestro próximo destino.
