viernes, 12 de octubre de 2012

Eres mi paraíso (EXO fanfic): # 2 Conocidos {Luhan}

Toqué mi rostro sintiendo mis ojos mas que húmedos al igual que mis mejillas. No entendía... ¿Por qué estaría llorando? No habían razones coherentes para hacerlo; llegaba a sentirme patético por lo mismo. Ni siquiera yo me había percatado de mis propias lágrimas... Probablemente fue un simple impulso.

–¿Pasó algo, Luhan? –La expresión de Yixing había cambiado totalmente a una preocupada, lo cual me hizo sentir avergonzado, más de lo ya estaba claramente.

–No, nada. Debió entrarme algo al ojo. –Fue lo primero que se me ocurrió decir, y por ello comencé a frotarme ambos ojos en un intento de sacar algo inexistente a ver si de ese modo llegaban a creerme.

Gracias a mi buena actuación, no tardaron en cambiar el tema con nuevas expresiones más frescas y, de cierta forma aliviadas. Con una sonrisa pequeña en mis labios para quitar cualquier pequeña preocupación que quease de los chicos, dejé que Yixing tomase mi brazo y nos llevase a todos a la cafetería, haciéndonos saber con exagerados gestos cuánta hambre tenía, sin embargo, el timbre que daba a entender a todos que era hora de volver a clases no lo ayudó en nada.

–Ah, por cierto, antes que nos separamos. Chanyeol va en 2-B y Kris hyung va en 3-A. –Informó, por lo que asentí sin más.

Nos despedimos sabiendo que este día sería corto y nos podríamos ver quizás a la salida, ya que luego de eso nos iríamos a casa. Al llegar a nuestra sala había un chico sentado en el puesto que le correspondía a Yixing y él corrió a sacarlo, yo reí un poco tras siguirlo.

–Hey, tú . –Se dirigió al chico que se encontraba en el supuesto lugar de Yixing. El chico se veía amable y su expresión no cambió luego del tono ocupado por el castaño–. No sé si lo sabes pero este es mi puesto. Mira aquí. –Indicó con su índice la mesa donde no había nada más que el color roble del objeto. El castaño rápidamente se apuró y tomó un lapiz escribiendo "Lay" sobre el pupitre–. ¿No ves que está mi nombre allí?

El chico rió un tanto; se notaba que estaba divertido por la actuación de Lay, o seudo actuación ya que parecía que se comportaba así en serio. Parecía una persona agradable ya que, por lo menos para mí, su sonrisa era refrescante y honesta. Vi, entonces, como se paraba del asiento y se disculpaba con mi amigo, ordenando en el proceso su cabellera negra.

–Perdón... –Observó la mesa un momento y luego volvió la vista a Yixing–. ...Lay –Su sonrió se amplió un poco más y dio una reverencia–. Me llamo Kim Joon Myeon, pero puedes decirme Suho. Un gusto.

–Hm... –Me pareció gracioso que Lay se hiciera el interesante, girando su cabeza como si no le importara nada de lo dicho y hecho por Suho, que tan amablemente se había presentado y disculpado por su equivocación anterior. Aun así, Suho solo sonrió divertido por la fomra en que se  mostraba Lay; no lo culpaba, estaba siendo algo infantil y eso lo hacía chistoso–. Como sea. Sal de aquí.

Debía admitir que Yixing estaba siendo algo muy rudo con sus palabras, y sentí algo de pena por el chico de cabellera negra.

–...Suho. –Completó el pelinegro con una sonrisa saliendo finalmente de aquel puesto. Al verlo pasar a mi lado inmediatamente lo saludé haciendo un pequeño movimiento con mi cabeza, lo cual fue imitado por el contrario quien se dispuso a hablar nuevamente–. Hola, ¿tú eres...?

–Lu Han. –Le dediqué una suave sonrisa como sopesando lo pasado con mi amigo.

–Oh, un gusto. Espero que nos llevemos bien.

Susurré un "Espero lo mismo", y cruzamos miradas por unos segundos, compartiendo una pequeña sonrisa. Le observé ir a un asiento que estaba a dos puestos delante de los nuestros.

–Joh, con esa sonrisa cree que cualquiera caerá por él. Seguro y piensa que me cae bien.

No entendía por qué decía todo ello. No parecía alguien de dos caras, y se había comportado bastante bien con nosotros. Sin embargo, la actitud tomada por el castaño solo me causaba más y más gracia.

Así, entonces, pasaron las horas con chistes que me contaba Yixing, hablando de vez en cuando chino mandarín y divirtiéndonos sin parar por unos chistes que solo nosotros entendíamos. Yixing era una persona muy divertida. Me contó que tocaba guitarra y había compuesto muchas canciones para una novia que tuvo pero que por distancia terminaron. Escuchar ese tipo de cosas entristecían a uno pero me agradaba el hecho de ir conociendo a Lay. Le conté que en mi ex colegio era muy popular con las chicas por mi rostro, pero que al llegar acá no creía que sería lo mismo (y la verdad se notaba la diferencia, me hacía pensar que quizás realmente no era tan guapo como yo creía). Debo admitirles que tengo cierto ego, o eso creo... Después de todo realmente me gusta como soy en físico. Luego de un rato empezaron los votos para el presidente de curso; entre los postulantes estaba Suho, y como no conocía a nadie más, voté por él siendo un chico agradable. Vi como Lay hacía puchero por mi voto, sin protestar en aquel momento por suerte, y cuando le tocó a él, eligió a otra persona.
Después de contar los votos, Suho ganó siendo nuestro presidente gracias a la mayoría. Lay maldijo entre dientes mirando el, ahora, presidente de curso; y yo no podía más que reír bajito.

Al terminar la clase, el profesor me mandó a pedir que buscar a un tal Oh Sehun del 1-C ya que quería hablar con él para las prácticas de fútbol, y en cuanto escuché ésto pedí si podía entrar al club. Él asintió diciendo que mañana por la tarde se verían los clubes, y allí podría anotarme. Asentí y fui en busca del chico. Bajé las escaleras y con mi mirada busqué la sala del "1-C" hasta encontrarlo. Entré, golpeando la puerta con anterioridad, y fue entonces cuando vi a aquel chico y sentí que mi cara enrojecía de nuevo al recordar todo lo anteriormente visto en el baño de chicos. Me di cuenta de que se encontraba al lado del chico que lo había besado, ese tal Kai. Me dirigí hasta el profesor preguntando por Oh Sehun y sintiendo la mirada de algunos alumnos sobre mí. El profesor lo llamó y observe como aquel chico que desde la primera vez que lo vi me llamó la atención se paraba a su mención dejando lo que estaba haciendo mientras nos observaba desde su lugar sin saber si acercarse o no por unos segundos, pero luego del ademán del profesor, terminó por acercarse a nosotros.

–Acompáñalo. El profesor del club de Fútbol te busca.

El menor asintió a las palabras del profesor y dirigió su mirada a mí con una expresión neutra. Yo sentí mi cara enrojecer hasta más no poder y giré mi mirada hacia otro lado, tragando saliva en el proceso sintiendo algo seca mi garganta. Comencé a caminar en dirección a la salida, al salir empecé a caminar hacia las escaleras, no me di cuenta de que había acelerado un poco el paso hasta que el menor me detuvo tomando mi muñeca con su mano, escuchando sus últimos pasos algo más fuertes que antes.

–Espera. –Su voz finalmente se hizo notar, y me detuve al contacto de nuestras manos, soltándome luego de unos segundos.

–¿Si? -No me giré e intenté que mi voz no sonara extraña debido a mis nervios.

–Tú eres el chico que me empujó esta mañana.

–¿Eh? –Me giré a verle con una expresión confundida, cuando recordé que había ido al baño y en el trayecto había empujado a alguien... ¿Pero había sido él? Suspiré y decidí simplemente disculparme para hacer lo más corto posible aquella conversación, sintiéndome demasiado avergonzado como seguir hablando–. Disculpa... Andaba algo apurado... Lo siento...

–¿Cuál es tu nombre?

¿Para qué quería saber mi nombre? Además el tono que ocupó para hablarme no era nada comparado al de Suho. Estaba siendo demasiado irrespetuoso. No lo miré en ningún momento devolviéndole aquel poco respeto que había tenido conmigo. Mentira. No lo miraba por otra razón. Lu Han idiota. ¿Por qué mi corazón tenía que estar latiendo tan rápidamente y sintiéndome sin aire por solo tenerlo cerca de mí?

–Lu Han...

–¿Eres un chico nuevo?

Asentí, sintiéndome frustrado por lo irrespetuoso que era pero no podía verlo a los ojos, sentía que si lo hacía me derretiría antes de poder hacerlo.

–Hm... Pues no pareciera que lo fueras. –Y tras decir ello, continuó caminando, pasando a mi lado por lo mismo como si ya no necesitara más.

Yo simplemente lo seguí hasta que llegamos a nuestro destino. Me impresioné por el hecho de que supiera en donde se encontraba el profesor cuando se suponía que yo lo llevaría. Entonces, de un momento a otro, asimilé el hecho de que si llamaban a Sehun, el profesor de fútbol, era porque quería que entrara, y yo quería entrar también y si es así, eso significaba que...

–Sehun. –Pronunció el profesor con una sonrisa, poniendo su mano en su hombro–. Otro año juntos, ¿cierto?

–Lo siento, profesor.

Tanto el profesor y yo nos sorprendimos ante su respuesta, y debía admitir que parte de mí tras escuchar ello se había decepcionado un poco, pero tenía la esperanza de haber escuchado mal.

–¿Qué?

–Este año... elegiré tenis, profesor.